viernes, 25 de enero de 2013


He leído vuestros comentarios y bueno, el principio es raro y no lo entendéis porque la propia protagonista no sabe a donde se dirige su vida y ella cuenta poco a poco lo que va ocurriendo para transmitir esa sensación de desorientación que siente, de no saber que es lo que va a ocurrir. Bueno el sueño del primer capítulo aparece más adelante de nuevo pero se olvida durante bastante tiempo, queda como un simple sueño, pero en realidad es algo muy relevante mucho mas adelante de la historia. Sin embargo no os puedo contar mucho ya que la protagonista no descubre lo que son esos sueños hasta mucho, mucho más adelante.

LA ATLÁNTIDA
Capítulo 3:

Ya sentada en uno de los asientos últimos del autobús me pregunté cómo pude subir el equipaje en el maletero sin problemas, a pesar de mi gran torpeza. Estaba sola, en el asiento que pegaba a la ventanilla. Ya quedaban muy pocos asientos libres y creía que iría sola y en tranquilidad todo el viaje, pero unos diez minutos más tarde el autobús se detuvo en una parada más, para recoger a los últimos estudiantes, que ocuparían el resto de asientos libres, con la dicha de que se sentó a mi lado la chica más vanidosa de mi aula, Hannah.
En poco tiempo ya estaba casi a las afueras de la cuidad, podía apreciar como los enormes edificios iban quedándose atrás, dejándole un lugar a las pequeñas casitas, que eran más rupestres; también veía como poco a poco estas iban desapareciendo de mi vista, quedando solo algunas de ellas esparcidas entre el verdor de aquellos terrenos. Entonces, me llevé una grata sorpresa cuando escuché en la radio “Boulevard of broken dreams” de “Green day”, y no pude evitar sonreír levemente al recordar a mi mejor amiga, con la que solía cantar esta canción, a pesar de que no tuviéramos muy clara la letra de esta.
Dejé que la gente fuera bajando del autobús antes de bajar yo, para no sentirme agobiada entre empujones. Al salir, una brisa me movió el pelo, de ese color azul oscuro que tanto me gustaba, y se me puso la piel de gallina, ya que llevaba los brazos descubiertos totalmente. Saqué el equipaje del maletero y le di la espalda al autobús. Abrí la maleta y saqué una sudadera, negra con una gran calavera en llamas, para ponérmela. Eché un vistazo a mi alrededor mientras me atusaba el pelo. El puerto era enorme pero no había más gente a parte de los de la expedición, y a pesar de que eran bastantes, el ambiente era tranquilo. Caminé con las maletas hasta el final del puerto, donde las olas chocaban contra un alto muro, provocando un ruido estridente. El sonido de las gaviotas sonaba lejano y el viento soplaba con fuerza. Me sentía a gusto en ese momento. Mi pelo se ondeaba, como una bandera con el aire. Me senté en el poyete que bordeaba el puerto y saqué las piernas hacia afuera, dejándolas colgar bastantes metros por encima de las aguas. Sentí como el frío atravesaba los vaqueros hasta mi piel y me dio un escalofrío. Metí las manos dentro de las mangas de la sudadera y acurruqué los brazos contra mi abdomen. Miré hacia atrás, donde no había nadie, después volví la mirada hacia el horizonte, cerré los ojos y, posteriormente respiré hondo. No era un día muy soleado, sin embargo un rayo de sol que escapo de entre las nubes, poco densas, me hizo abrir los ojos. Era débil, pero podía sentir su calidez en mi rostro.
-Eh, tú, quítate de ahí, es peligroso- gritó alguien.
       Volví la mirada instantáneamente, pero no diferencié a nadie. Con cuidado me levanté de allí y volví con todos, arrastrando mi equipaje. Se había formado una larga cola que se dirigía a un submarino, el submarino de mi expedición. Hace poco solicité plaza para ese viaje, me sería muy útil para la universidad, ya que el temario se correspondía con los estudios que realizaríamos en la expedición. El problema era que participaban todas las universidades de España. Tuve suerte, yo era una de las dos afortunadas de mi universidad.
       Me coloqué al final de la fila y, repentinamente, un chico se chocó bruscamente contra mí, giró la cabeza para mirarme de arriba abajo y volvió a mirar a quienes lo empujaron con una sonrisa burlona. Evité mirarles y fingí que no me había dado cuenta de nada, pero esas risitas tan molestas que escuchaba a mi espalda eran demasiado. Estaba a punto de coger mis cosas y alejarme de ellos cuando la fila avanzó y todos fueron entrando poco a poco al submarino. Yo caminaba detrás de una joven alta, pelo poco largo y castaño rojizo. Se levantó una ráfaga de aire y el pelo se me puso en la cara, así que me lo retiré con las manos. En el momento en el que me apartaba el pelo del rostro un pañuelo negro con dibujitos blancos, que llevaba envuelto en la muñeca derecha, se desató, el viento se lo llevó, desplazándolo unos metros, y luego cayó al suelo. Corrí a por él, dejando mis cosas en la fila, que avanzaba sin parar. Cuando alcancé el pañuelo y lo recogí del suelo me giré. Todos habían entrado. Un señor, ni muy alto ni muy alto y con pelo un poco canoso me llamó la atención.
-Venga, apresúrate, eres la última. No perdamos más tiempo.
Corrí a por mi equipaje y cuando estaba a dos pasos de entrar miré atrás. El puerto estaba totalmente vacío, hacía viento y estaba nublado, pero era una imagen preciosa. Se respiraba paz y tranquilidad. Volví a mirar al submarino y entré.
No tenía ni idea de a donde se dirigía mi vida, ni si quiera sabía lo que iba a ocurrir en esos días de expedición submarina. Nunca me hubiera imaginado que mi vida habría cambiado por completo al volver a casa; y cuando digo por completo, quiero decir que nunca volví a ser totalmente igual a como era el día de la embarcación, había encontrado mi camino. Un camino que absolutamente nadie hubiera podido tomar, nadie que no estuviera en ese submarino.

A partir de ahora los capítulos son más largos, intentaré no pasarme. Muchas gracias por las críticas, tanto buenas como malas, si hay algo que corregir decídmelo, siempre se puede mejorar todo :3.

6 comentarios:

  1. cuando has nombrado la canción de “Boulevard of broken dreams” he sonreído levemente como le pasó a tu personaje, ya que es una de mis canciones favoritas, también me ha recordado un poco al libro de ''el valle de los lobos'' nose por que...sigue así, me estoy enganchando :3

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  2. es la mejor historia que no he leido

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  3. I walk a lonely road...(8) jajaja Qué puntazo lo de Green day :3 Por ahora este y el primero son los que más me han gustado, ¡sigue así!

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  4. Me ha parecido muy interesante este capitulo espero que los demás este igual.

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  5. Carmen estamos leyendo estos primeros capítulos que estas subiendo al blog en refuerzo de lengua, y por ahora me va gustando mucho y leeremos todos los que subas, (Yerpes)

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  6. me encanta la historia con que Green day jajaja a ver si tambien hay una chica de Sum 41

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